En sus escasos 33 años, Santa Catalina dejó un legado de escritos tan abundante que fue nombrada Doctora de la Iglesia. A ella se le conoce especialmente por El Diálogo, un libro de meditaciones y revelaciones en el que comparte conversaciones íntimas con Dios. Ella usó su "genio femenino" para abordar los problemas que el mundo le presentó y sus palabras suenan tan verdaderas hoy como cuando exhortó por primera vez a sus compañeros cristianos: "¡Sean quienes están llamados a ser y encenderán el mundo!"